Este blog desea servir de vehículo de encuentro y de divulgación de los mitos latinoamericanos, para contribuir a que los antiguos personajes y situaciones simbólicas arquetípicas se contacten de nuevo con nuestras conciencias, despertando esa antigua habilidad que tenían nuestros antepasados de leerlas intuitivamente y de servirse de ellas como alimento espiritual. Para contextualizar el tema recomendamos iniciar con las lecturas de Pueblos indígenas en Latinoamérica, Pueblos indígenas en Colombia, Sentir Indígena, Definición de Mito,Consecuencias de olvidar los mitos, Mitos en Latinoamérica, Formas del Mito y Mitos de Creación. En estos últimos se desea hacer un especial énfasis.


Para hacer de este Blog un espacio compartido, agradeceremos los aportes de los lectores, ya sea para transcribir el mito de un país, como para expresar sus opiniones sobre la página o sobre algún mito en particular. En ambos casos pueden utilizar el vínculo de COMENTARIOS que hay al final de cada mito. ¡Ayúdenos a hacer de esta página un Banco de Mitos Latinoamericanos!

En agosto de 2019 ofrecimos unas estadísticas de Las 10 entradas más visitadas en 11 años.




sábado, 10 de mayo de 2008

Perú - Mito Cocama - Origen de los astros


Los Cocamas son un pueblo indígena que habita actualmente en las riberas de los ríos Ucayali y Huallaga en Perú, y en la isla Ronda, en el río Amazonas, Colombia. Son unas 12 mil personas. El siguiente mito sobre el sol y la luna fue recogido del nativo Wilfredo Pereira, por Juan Carlos Ochoa A., en su tesis doctoral Mito y Chamanismo: el mito de la Tierra sin Mal en los Tupi-Cocama de la Amazonía peruana (2002). Dice el relato:
.
Antiguamente el Sol estaba casado con la Luna, pero un día se amargó con ella por el mal comportamiento de sus hijos, las Siete Cabrillas (estrellas), que cuando salían a pescar regresaban tarde a la casa. Entonces un día pelearon hasta decidir separarse. La Luna cogió a sus hijos y se los llevó, lloró junto con ellos y subieron al espacio, arriba de la ciudad de las almas, un poco más abajo de donde vive Kémari.

De esa manera la Luna sale a alumbrar junto con sus hijos en la noche. El Sol se fue solo, por otro lado. Pero Kémari, al ver que estaban peleando, se amargó. El Sol se hizo rojo, por avergonzado, y allí quedó hasta el día de hoy.

No hay comentarios: